ANTICIPACIÓN AL PROBLEMA

ANTICIPACIÓN AL PROBLEMA


Da igual que nuestro perro se acerque a unas cacas para comérselas, que nos meta el hocico en la basura, que nos muerda el sofá, que se suba a él, etc. Si nosotros no queremos que nuestro perro haga algo, debemos decírselo claramente desde el primer momento y si es así no ser permisivos nunca. Es decir, si decidimos “NO QUIERO QUE SE SUBA AL SOFÁ” es para siempre, no que ahora estoy viendo la televisión y como me mola que mi perrito esté conmigo lo dejamos subir a el y cuando a nosotros no nos viene bien que se suba, los mandamos bajar. Estas órdenes serán contradictorias y el perro no va a entender el porqué unas veces si puede estar subido en el sofá y otras veces no. Nos ahorraremos muchos "enfados" si siempre somos tajantes y directos, porque el perro así lo entenderá y no nos generará angustia y a él confusión.


Cuando queramos que nos obedezca al mandarle una órden, lo que nosotros deberemos sentir desde dentro es “oye aquí mando yo y me tienes que respetar. Eres precios@ y te quiero con todo mi amor, pero no te pases" y ahí marcarles el límite de sus actuaciones con una energía tranquila y segura. Estar SIEMPRE seguros de nosotros mismos, saber con certeza y confianza que somos nosotros quienes mandamos y no
ellos.

Si tenemos dudas se lo vamos a trasmitir, con lo que rápido nos cogerán la medida y empezarán a decidir cuándo hacernos caso y cuando no.

- JAMÁS PERMITIRLE QUE NOS VACILE lo más mínimo, frenando en seco, respuesta directa y siempre con FIRMEZA.

- Más vale una respuesta directa y firme que la explosión de furia y rabia. Porque eso:
                               1º A nosotros nos desestabiliza como personas.
                               2º Al perro lo confunde y le genera dudas, ante las dudas hará comportamientos no deseados, con lo que al final no conseguimos nada sino más problemas añadidos.